Blogia
Susurros al viento

Un día a día más

Un día a día más

 

Han sido demasiadas emociones en poco tiempo.

Tengo sellada ténuemente en el cuerpo la renovada alegría del tonteo, aunque el sujeto causante de tal emoción tiene imprenta la señal de prohibido (achtung, baby...).

Me he demostrado a mi misma que vuelvo a estar en acción, vuelvo a ser semejarme a lo que un día fui y con lo que me sentía a gusto. Me está costando sudor, y de momento lágrimas no, pero todo puede llegar.

He conocido gente nueva, he retomado viejos contactos, el tiempo ha vuelto a acercarme con personas de mi entorno que me hacen revivir momentos del pasado. Es una mezcla tan colorida de emociones, que irradia toda mi conciencia.

Tengo una buena consejera psicológica que me ha colocado en el puerto de partida de mi autoconocimiento, me muestra el camino para abrir los ojos a mi debilidades sin miedo, a los tesoros que encierro en mi, qué herramientas autómatas activo sin control alguno, las mismas que hacen que no me pueda o no quiera mostrarme como realmente soy, con lo única y exclusiva que soy.

Noto que la gente que me importa me valora, que los que no me importan tanto me tienen en cuenta, que los que no me importan nada siguen ahí pero que la falta de interés mútuo sobrevuela nuestras miradas.

He vuelto a sentir el rubor en mi cara de unas palabras de admiración dirigidas hacia mi, el tartamudeo infantil del flirteo inconsciente y temerario, la confianza, la mano amiga que me arrastra a mostrarme, a nacer partiendo de lo que escondo detrás de mi sonrisa diplomática, a gritar que soy bella porque tengo mis puntos de estallido incontrolable y mis bajones de culpabilidad infundada cuando los remordimientos hacen erizar mi piel y mi mente voltea una y otra vez.

He conseguido ser un poco más valorada de acuerdo con mi honestidad, superarme a mi misma cuando he caido en el pozo petróleo de mis emociones tóxicas. Lo que me da más miedo es que me he mostrado, con mis miserias y mis virtudes, ante alguien hacia el que siento un profundo cariño, pero del que por más que lo intento, no puedo acabar de descubrir su lado más sincero.

No he conseguido llenar ese vacio que me dispara al pecho cuando disfruto de un baño caliente. No he podido fijar mi mirada en otros ojos que me devuelvan una mirada que me cautive el alma. En ciertos momentos no he sido capaz de dominar las pataletas infantiles sin sentido que me han arrastrado hasta el desvanecimiento. No me he podido deshacer, en muchas ocasiones, de esta timidez que me paraliza y que hace que a veces me sienta ridícula.

No he podido llegar a ese nivel de sublime elevación que haga que olvide el dolor físico, que me ayude a observar la belleza que destila mi yo, como todos y cada uno de los transeuntes de este camino que es la vida.

No he llegado a encajar aún ciertos carácteres que debiera respetar por el hecho de ser únicos, no juzgar por valoraciones estúpidas de los otros o porque esos mismos otros han torcido el rumbo de mis intenciones.

Aunque me ha sido imposible conseguir alguna de las cosas que pudieran ser vitales para mi, he conseguido otras que me han hecho crecer como persona independiente y autosuficiente, como mujer, como vida humana que se mueve en el tráfico de vidas que deambulan como yo, por los mismos lugares, en las mismas horas, con los mismos horarios, con la misma mirada perdida, con similares inquietudes y dispares intenciones.

Y aunque yo misma provoqué mi retiro, ese lapsus tajante en las agujas de mi reloj, el tiempo durante el que he intentado emerger de mis restos doloridos me ha servido para enriquecer el bagaje de mi existencia, los días de mi día a día.

El 2007 quizá no haya sido un año para recordar con pasión y gloriosa alegría, ha sido una año de grises com matices de nubes de tormenta y recientes, pero escasos y supérfluos, días de eufórico sol.

No pido más para el 2008, pido menos dolor, menos timidez, menos prejuicios, menos nudos en el alma, menos pasos encimentados... todo lo que pido es menos de lo que he tenido. Creo que es un deseo honesto, un reto emocional por el cual voy a luchar, por el que posiblemente siga luchando durante el siguiente año, y posiblemente durante el resto de mi vida... lo que al fin y al cabo es maravilloso... el saber que día a día soy una persona diferente, soy yo...

0 comentarios