Flotando voy...
Soy una bomba andante, lo reconozco.
Una semana noto que el suelo me traga, absorbe mi realidad y no puedo luchar contra ello... otra floto en el ambiente, como una pluma desprendida, con la sonrisa tatuada en la cara, las pupilas brillantes y la lengua suelta.
Me arranco los harapos de la pena y me visto de flores de mil colores. Voy, vengo, vengo y voy, subo, bajo, me siento, me levanto... en la coctelera de mi cabeza se abanica un frenesí de sentimentos desbocados.
La pasión, mi baza y mi perdición. Pasión que me ahoga y me desbarata, pasión que me eleva y explota en las sienes.
Pasional hasta el abismo. No hallo el equilibrio. Pero es que cuando estoy en lo alto, me gusta regocijarme en el hervidero de esa emoción... olvido los entuertos, no recuerdo las lágrimas, pero cuando llegan sin remedio, tengo hasta goteras en el alma.
Dosificación... es lo que necesito. Pero es que a veces el delirio es tan apetecible... tanto como destructor...
(Imagen: Éxtasis, de Tere Pastoriza)
1 comentario
Natalia Ormazabal -
Me encantó la forma en la que contas las cosas, se notan que son muy tuyas... y a la vez de todos, como a mi.
Capaz que esto es un gracias, a veces viene bien una frase para entenderse a uno mismo, y yo la encontre acá hoy.
dejo mi mail, si tenes ganas de agregarme hablamos! Espero que actualmente sigas ecribiendo...
Un Beso, Nati.